domingo, 20 de octubre de 2013

Desarrollo de la visión

Centrándonos en la percepción visual, analizaremos cómo evoluciona con la edad debido a la importancia que tiene al recoger la mayor parte de la información del medio externo y por ser el sentido que implica más parámetros de análisis.



Recién nacido: Frunce los párpados cuando cambia la luz en la habitación, o cuando se produce un ruido agudo.
Se puede fijar en un punto luminoso, pero no ve más que una imagen bastante borrosa.
Ve con mayor nitidez los objetos situados a 20-25 cms. Más cerca de ésta distancia, y sobre todo más lejos, los ve muy borrosos.
Cuando fija la vista en un rostro, a veces se puede observar estrabismo, ya que no tienen buena coordinación de los músculos oculares.
El recién nacido mira atentamente el rostro de la madre, pero no lo diferencia antes de los 3 meses.
Si se le acerca un objeto a la cara, aparta la cabeza, lo que indica que aprecia las distancias.
1 mes: Mira los objetos que están en su campo visual, por ejemplo, si se hace sonar una campana cerca de él.
Su mirada es inexpresiva. Con 4 semanas fija su vista en un objeto que está cerca de él, y lo sigue hasta 90º.
Le atrae la luz, y dirige su mirada hacia la zona iluminada, pero el exceso de luz o de color le inquieta.
El rostro de la madre capta su atención. La mira intensamente y sonríe mientras mama y cuando le hablan, pero según algunos autores no es el rostro de la madre lo que provoca la sonrisa, si no la forma, ya que cualquier máscara de cartón puesta de frente, no de perfil, le hace sonreír.

2 meses: El bebé fija la mirada, va estableciendo la convergencia binocular, es decir, logra enfocar los dos ojos hacia el mismo punto.
Se acomoda a la distancia de los objetos, y los puede seguir si son grandes y se desplazan cerca de él, aunque en ésta edad prefiere mejor el movimiento de las personas que el de los objetos.
Si se le hecha en la cama sobre la espalda, puede seguir un objeto 180º, es decir, de un lado al otro.
Logra mantener su atención por más tiempo en los colores vivos, en las luces y objetos en movimiento y con contornos bien definidos.
Al explorar una cara, los niños de 1 mes analizan el contorno, y los de 2 meses se detienen en el interior.
Detienen la mirada en figuras con pautas o con dibujos por más tiempo que en figuras lisas.
El hecho de preferir mirar dentro a mirar fuera de las figuras les permite diferenciar unas caras de otras.
3 meses: Su mirada se puede desplazar de un objeto a otro.
Ante un objeto que se mueve gira la cabeza completamente. Le gusta mirar y moverse.
Descubre su cuerpo, sus manos , y se las mira a menudo. Se interesa por cosas y juguetes cercanos a él, pero también siente interés por lo lejano.

A partir de 4 meses
La capacidad visual del pequeño se acerca a la del adulto.
Ve objetos a distancias variables, y percibe los detalles pequeños, es decir, queda establecida la constancia de la forma y el tamaño.
Los objetos aparecen estables, con independencia de la distancia a la que se perciban.

En cuanto a la percepción de la profundidad, cuando los bebés empiezan a gatear, a partir de los 6 meses, parece que se adquiere dicha percepción.


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